Según un estudio realizado en Buenos Aires, las reacciones frente a un engaño varían con el género y el tipo de engaño.
A los encuestador se les preguntó: qué les molestaría mas: ¿imaginar a su pareja formando un vínculo emocional profundo con otra persona o que sólo disfrute de una apasionada relación sexual con otro? A un 82 por ciento de las mujeres lo que más le dolería sería que su pareja se enamorara de la otra persona. Entre los varones, al 52 por ciento le mortifica más pensar en su pareja enamorada de otra persona, mientras que al 48 por ciento restante le desvela la posibilidad de que su pareja tuviera un encuentro sexual con otro hombre.
«Para las mujeres, es más doloroso imaginar el vínculo afectivo de su pareja con otra persona que pensar en una aventura breve que incluye sólo una relación sexual —explican los especialistas—. Ellas tienden a buscar en el hombre protección y seguridad, por lo que sus celos tienen que ver con la amenaza de perder lo que el hombre les aporta». Por eso, asegura, «las mujeres perdonan más una aventura». En cuanto a los hombres, lo que casi más les quita el sueño es la infidelidad sexual de la mujer, porque ellos sienten «temor a una paternidad mentirosa«, afirman los encuestadores.
Otra de las razones es que imaginar a su «hembra» retozando con otro hiere su orgullo masculino. También a la hora de perdonar, hombres y mujeres se lo toman de distinta manera. Según Juan García Gómez, orientador familiar y director de Delphos, «cuando la infidelidad es ocasional en el hombre, y suele haber un arrepentimiento, un ajuste y un reconocimiento del error cometido, la mujer perdona. Sin embargo, cuando la que comete una infidelidad es una mujer, la posibilidad de entendimiento suele ser más difícil», añade García Gómez.