Una situación realmente compleja de afrontar, y que termina atravesando la relación de pareja, se presenta cuando uno de los dos está desocupado. Este tipo de escenarios conlleva a la depresión y la angustia, terminando por erosionar la autoestima de quien la padece como sus relaciones con quienes lo rodean. Más allá de que el panorama resulte desalentador, con optimismo y predisposición, podemos encontrarle una salida.
Es frecuente que quien no puede conseguir trabajo comience a sumergirse en un círculo que consume los demás aspectos de su vida y termina por llevarlo a la depresión. Quien sí tiene empleo, a su vez, suele sentirse culposo e ¡ncomprendido cuando llega cansado de sus actividades, busca en el otro contención y termina encontrando, en su lugar, a una pareja deprimida a la que contener.
Por eso es importante ocuparnos de esta problemática que se vuelve central para la pareja. Para contenerlo, debes animarlo a que no pierda las esperanzas ni deje de intentarlo: debe perseverar y chequear los portales de trabajo incluso esos días en los que se siente vencido. En este momento sé comprensivo y contribuí a restituir su autoestima con frases de cariño y aliento. Si sabe que tiene quien lo valora y respeta tal cual es, se sentirá más animado y querido. La clave es no bajar los brazos.