Cada vez tenemos más dispositivos tecnológicos a nuestra disposición que crean espacios de conexión y eliminan las distancias. Actualmente la tecnología está a nuestro servicio, incluyendo áreas tan sensibles como la sexualidad. Tomando en cuenta esto nos surge la siguiente pregunta: todo esto, ¿nos acerca o nos aleja? Cabría preguntarse si esta forma de comunicarse sexualmente beneficia los encuentros, los dilata o crea falsas expectativas.
Los encuentros se producen entre personas con experiencias, expectativas, sentimientos, necesidades y deseos particulares. Un encuentro iniciado tecnológicamente tiene sentido si:
– Favorece el encuentro personal, si hay algún punto de unión.
– Permite conocerse sexualmente.
– Sirve como estímulo, pre-calentamiento o como mantenimiento de una relación.
– Abre opciones distintas a las conocidas.
– Complementa la comunicación a distancia con las conductas reales.