Otro tipo de pareja es la del Gato y ratón
Otra forma de vincularse en pareja responde a las corredillas de los roles llamados «adictivos-evitativos». Suena raro, pero es de lo más familiar. Ocurre cuando uno de sus miembros se pone por demás de demandante, controlador, exigente, posesivo, y reclama todo el tiempo que el otro le preste más atención. La reacción de la otra parte es, casi, por efecto rebote: se escabulle más todavía, se vuelve más fóbica, siente la necesidad de tomar aire en nombre de la repetida y valiosa frase: «!Quiero libertad!».
La hoguera de las vanidades
Quién gana más. Quién está más flaco. Quién hace más cosas. Quién lo hace mejor. Algunas parejas se conectan desde su carácter competitivo. consumen y boicotean entre ellos… ¿cómo es que sobrevive esa pareja? Es que secreta e inconscientemente envidian al otro y quieren tener lo que el otro tiene… y que su pareja lo pierda.
Miedo a estar solo(s)
Sí, aunque parezca imposible, hay parejas que escapan salir de vacaciones, por ejemplo. No es que les moleste la típica multitud de temporada alta en la playa, tampoco el esfuerzo económico que ellas significan. En el fondo de su alma saben que representa pasar más tiempo juntos, convivir al 100 por ciento, y no están de humor para tamaño desafío. Un Plan B es aceptar la salida, pero hacerlo, siempre, con los hijos y/o amigos de los hijos y/o familiares y/o amigos de la pareja y/o amigos ocasionales de la cabaña vecina… Evitan no sólo la intimidad sexual, sino también la emocional. No saben estar juntos, se aburren.
