Estos podrían llegar a ser, para algunas mujeres, algunos indicios:
Comienza a traerle muy seguido diferentes regalos, cosa que antes no solía hacer,
Ha cambiado su deseo sexual por el rechazo y dejó ese estilo apasionado desde ya hace un tiempo.
Rechaza el contacto cercano y ha cambiado su manera de saludar.
Antes se daba cuenta de un cambio, por ejemplo, un nuevo peinado y ahora, no. Antes la aconsejaba sobre alguna manera de vestir o de maquillarse y ahora dejó de interesarle.
Se queja porque su ropa no está perfecta, cosa que no hacía antes. Se prueba varias veces prendas diferentes y no se queda conforme fácilmente con su apariencia. Cambia de perfume y comienza a renovar su vestuario abruptamente de un día para el otro.
Prefiere estar menos en lugares públicos y elige lugares reservados lejos de la gente para, quizás, evitar encontrarse con alguien.
Comenzó a suspender compromisos de pareja o de negocios con motivos bien justificados pero lo hace cada vez más seguido. Su actitud hacia la responsabilidad ha cambiado y ya no se preocupa tanto por llegar tarde.
Prefiere no hablar de ciertos temas (no sólo de la pareja) y se enoja cuando usted le insiste.
Permanece mucho tiempo en silencio y pensativo.