No hace falta bucear en aguas muy profundas para detectar las señales del desgaste en la pareja. Con frecuencia, éstas son claras, y se aprecian a simple vista, siempre y cuando no se mire para otro lado: El tedio, el desinterés, la falta de intimidad y de diálogo, las discusiones reiteradas, el volcar toda la energía en un hobby, el trabajo u otra persona, hablan de un desgaste», expresan los especialistas.
Las discusiones cotidianas coartan la intimidad. Frente a esta realidad provocada, muchas veces, por la falta de diálogo, los integrantes de la pareja creen que se hallan en un callejón sin salida, pero no siempre es así. La clave está en la conciliación. Cuando se accede al acuerdo, la tensión desaparece y escollos que parecían insalvables resultan insignificantes.
Amor y desgaste
Contrariamente a lo que muchos suponen, no siempre la causa del desgaste obedece al desamor y al desinterés. Tampoco es seguro que si existe amor, todo marche sobre rieles. «Puede haber amor y también desgaste. Pero si hay amor, los problemas pueden ser resueltos con mayor facilidad», afirma la especialista.
Los celos
En la mayoría de los vínculos afectivos suelen estar presentes los celos. El problema se origina cuando ese sentimiento provoca daño y pensamientos destructivos, porque los malos momentos que sobrevienen por esta cuestión desgastan la unión. Frente a esta situación, lo esencial es intentar sentirse seguro de lo atractivo que uno es para su pareja.
