Establecer acuerdos para regular la convivencia. El primer paso es dejar de pensar en el yo y realizar planteamientos que incluyan al nosotros, pero manteniendo nuestra independencia: amigos y actividades que enriquezcan la vida personal de cada uno.
Evitar las críticas destructivas. Una crítica adecuada puede reforzar la relación, pero si es desafortunada y se repite puede minar la confianza en la pareja y contribuir a su destrucción.
Ponerse en el lugar del otro. La asertividad evita muchos conflictos. Estar en pareja implica dejar de lado el egoísmo, saber comunicarse y entender al otro tal y como es.
Fomentar el diálogo. Utilizar siempre la comunicación sincera y dedicaron tiempo. Todas las parejas deberían reservar unos minutos al día para hablar mirándose a los ojos. Y contar con una gran dosis de paciencia, en ambos casos. ¡la van a necesitar!
