La rutina y la sexualidad en el matrimonio: ¿Qué ocurre?

¿Cuándo es el momento de dar el sí? ¿ Realmente durará «hasta que la muerte nos separe?» Esta, podría decir, es la pregunta ineludible a la que en algún momento se enfrenta toda pareja y es, sin duda, el puntapié inicial a muchas otras que sólo encontrarán respuesta en cada caso particular.

Rutina, el enemigo silencioso

Hoy, en los días del «todo para ayer», inmersos en la cultura de lo desechable, lo rápido, lo práctico y urgente, parece imposible que las relaciones de pareja se mantengan al margen de semejante influencia. Cuando la rutina gana terreno, la desconexión emocional también y, lo peor de todo es que muchos matrimonios no hacen caso, hasta que aparecen sus efectos destructores.

– ¿Cuál es el papel de la rutina en el fracaso de los matrimonios?

Es muy importante. Hay falta de creatividad y esto entra en conflicto con las fantasías que el inundo propone como nosotros: «Soy yo el que no supe construir un matrimonio divertido, soy aburrido» o en el otro: «Él es un aburrido», sin tener conciencia de que en realidad ambos están repitiendo el modelo rutinario de sus padres, en el cual crecieron y vivieron desde chiquitos. Esto implica luchar con un modelo interno más que cambiar de pareja.

– Y la sexualidad, ¿se apaga en el matrimonio?

En general, el modelo que a uno le inculcaron sus padres carece de una vida sexual importante o prioritaria s esto se reactiva cuando se instala el matrimonio. Esto quiere decir que todo lo que pasa en el noviazgo es espontáneo y natural pero, cuando uno entra en la institución matrimonial, la matriz o el modelo que uno naturalizó de sus padres puede disminuir el deseo, la continuidad o puede hacer que la frecuencia sexual desaparezca como variable.

-¿Se da una especie de idealización del matrimonio que después no se lleva a la realidad? ¿Ese es el principio del fin?

En general, la idealización está en la idea del amor romántico: si hay amor, todo debería andar bien. Cuando, en realidad, desde el amor negativo, uno empieza a hacer las cosas negativas con quienes más ama. El desconocimiento de esta realidad hace creer que son actos de desamor y no actos de amor los que producen a partir del matrimonio. Y esto, sin duda, puede ser el comienzo para la ruptura de la pareja.

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