Si te has preguntado por qué eres incapaz de enamorarte de ese buen chico que te abre las puertas, paga la cena, te presenta a su madre y te trata, en general, como si fueras miembro de la Familia Real, y si te sorprende que, de hecho, todas tus atenciones te aburren hasta el sofoco, has llegado al sitio correcto para saber, de una vez por todas, que no es culpa tuya ni suya, sino de tus comportamiento atávicos.
¿Qué hace que prefieras a los psicópatas, a los malos, a los desatentos, a los que te vacían la cuenta bancaria cuando tienen ocasión, y no a los buenos? Por la Oscura Tríada.
Debido a nuestra historia evolutiva, respetamos la oscura tríada: el amor por el riesgo, el narcisismo y la impulsividad. Estos tres comportamientos, comunes en los depredadores y los chicos malos, están, muy en el fondo de nuestras mentes, relacionados con la capacidad de sobrevivencia. Cuando vemos a alguien que es un absoluto imbécil tenemos dos comportamientos paralelos: por una parte, le techamos de imbécil, y por la otra deseamos acercarnos a él para que deje de serlo. Queremos domarlo, pues inconscientemente queremos su agresividad a nuestro servicio, para que nos proteja de cosas peores que él mismo.
Y sí: a las mujeres les gustan malos.
Fuente: New Scientist