En Alemania se prohíbe el intercambio de sexo por dinero, pero es bastante ambiguo su uso como pago en especie. Aprovechando ese vacío, la ambientalista y escritora alemana Charlotte Roche ha ofrecido al presidente alemán, Christian Wulff, una noche muy pasional si suspende el funcionamiento de 17 centrales nucleares.
El hecho de que el mandatario alemán esté casado no es impedimento. La activista de 32 años lo tiene claro: “Mi marido está de acuerdo. Ahora es la primera dama quien debe autorizar al suyo”.
El punto, independientemente de que Wulff acepte o no la propuesta de Charlotte (quien lo pica añadiendo que tiene el cuerpo tatuado) es que esta extravagante nota ha destapado una nueva tendencia en Alemania, que podría dar un nuevo aire al negocio de los anuncios clasificados y los servicios en general.
La oferta de la Roche parece ser una más entre las muchas que llenan la prensa alemana. Sexo a cambio de servicios. Como reconoce un manitas de Val-d’Oise: “Había puesto un anuncio en el que me ofrecía para labores remuneradas de bricolaje. Un día recibí el correo de una dama de 52 años que me preguntaba si podía pagarme con sexo. Acepté y lo he hecho en varias ocasiones”.
La fórmula: “Todo consiste en ofrecer placer al tiempo que proporcionas un servicio útil”, agrega el experto en bricolaje.
Esperamos que el espíritu emprendedor de Charlotte encuentre el eco que la naturaleza necesita.
Fuente | Emeequis