¿Tu pareja es caprichosa?

Al principio de una relación, cuando estamos muy enamorados y el mundo nos parece la tierra de Oz, quizá nos esmeremos sin problemas para cumplir los caprichos de nuestra pareja. Hacerlo es una muestra de amor que se concreta en pequeños detalles y hace sentir bien tanto al que los recibe como al que los da… hasta que los caprichos se convierten en antojos de toda clase. ¿Por qué nuestra pareja es caprichosa? Seguramente vio reforzada esa conducta en su educación (por ejemplo, de niño le daban todo lo que pedía, y con mimos), y ahora repite ese patrón en su relación de pareja. ¿Qué hacer?

Si los caprichos parecen no tener fin, y tu pareja brinca de una petición emocional a otra («No quiero que hables con ése», «Quiero que ahora hagamos esto», «Es que no me prestas atención», etcétera), puede ser muy desgastante. Pon límites, y hazle ver que su actitud es caprichosa. Quizá no era consciente de ello.

Como este tipo de personas suelen ser muy susceptibles, exprésale con afecto que a veces es demasiado exigente y que no puedes seguirle el ritmo. Y, sobre todo, enfatiza que no debe confundir tu negativa a ceder todas las veces con desamor.

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