Al menos una de cada diez mujeres tiene serias dificultades para alcanzar el orgasmo, sea durante el coito, sea mediante otras prácticas eróticas deseadas y mantenidas el tiempo suficiente. Si se descarta una anorgasmia por causas médicas, por la toma de fármacos o por trastornos psicológicos (ansiedad generalizada, depresión), y persiste la dificultad para alcanzar el orgasmo tras una estimulación adecuada, puede deberse a ideas limitantes respecto al sexo.
Revisa las siguientes:
«Me dijeron que era malo». En algunos ambientes, una educación restrictiva o la imposición de ideas irracionales sobre el sexo, que es visto como una práctica sucia, vergonzosa e incluso como un pecado, pueden repercutir en la vida sexual de una mujer adulta y en su capacidad de goce.
«Es difícil saber hacerlo». Algunos hombres desconocen la anatomía genital femenina, los ritmos de la mujer y la vinculación sentimental que suele otorgar a la relación sexual. La falta de orgasmo muchas veces se debe a una estimulación inadecuada o insuficiente. Poner en claro lo que gusta y lo que disgusta a cada cual no es quitar romanticismo a la relación, sino cuidarla.