Tu pareja quiere tenerte sólo para él y, lo que en un principio te parecía incluso romántico, ahora te huele a rancio: insinúa que no quiere que estés nunca sola, que lo primero es vuestra unión, que sin ti no sabe vivir… Según Jacques Regard, autor de La manipulación. Un manual de autodefensa (Alienta Editorial), deberías comprobar si estas señales se unen a otras y conforman una personalidad manipuladora, la de una persona débil que, cuando se siente amenazada, intenta controlar al otro para afirmarse. Además:
Trata de hablar con él y explícale tu punto de vista.
Si observas que trata de tergiversar la realidad para aparecer él como víctima, explícale que tomarás tus decisiones según tu propio criterio.
Si trata e imponer su punto de vista, hazle notar que no le tienes miedo y no cedas. Si no cambia de actitud, valora continuar con él. Tu libertad personal es lo primero para ser feliz.
