Parece que aquello de que los polos opuestos se atraen es pura palabrería que ha pasado a través de los siglos como una gran verdad. En realidad, dicen ahora unos científicos de la Universidad de Cornell, en los Estados Unidos, a la hora de enamorarse, tanto hombres como mujeres prefieren a alguien que se les parezca.
Aparentemente, las personas de ambos sexos suelen atraer a personas similares a ellas, que se les parecen físicamente, tienen una situación socioeconómica casi igual y comparten los mismos principios en áreas como la familia o la fidelidad. El nuevo estudio indica que es mucho más importante encontrar un alma gemela que un alma enamorada, y que el matrimonio entre personas que se parecen entre sí tiene más posibilidades de ser exitoso. Según Peter Buston y Stephen Emlen, autores del estudio, —nuestros resultados sugieren que aquellas personas que desean una relación estable y duradera no deberían buscar el compañero más perfecto, sino simplemente alguien similar a sí mismas. Los investigadores sostienen que si existen demasiadas diferencias, habrá una mayor inestabilidad en la pareja.