Intenta mostrarse por encima como estrategia de compensación: en realidad, teme ser menos que los otros.
- «Si yo te contara… podrías escribir un libro». El que cree que su vida es digna de llevarse al cine o la literatura, peca de egocentrismo. Todo acontecimiento le parece fascinante si es el protagonista: «Lo que me pasa a mí, no le ocurre a nadie».
- «No sé sí me explico. Las oraciones «No quisiera parecer…» o «En mi humilde opinión…» dejan claro el complejo de superioridad de quien las dice a menudo.
- «Menos mal que estaba yo». Quien explota esta afirmación, comete el error de considerarse imprescindible. Se resiste incluso a irse de vacaciones. Pero lo que teme… ¡es que su empresa funcione sin él!