Sexo: «Siento que él/ella no tiene ganas»

¿Qué pasa con la energía sexual?

Se ve afectada por la falta de sincronización de los tiempos sexuales, un conflicto común en las parejas que se agrava por el estrés, el exceso de obligaciones, etcétera.

Idea disparador: hay que dialogar para generar, primero desde la palabra y luego con el cuerpo, un nuevo encuentro con el otro.

La solución:

Aunque es cierto que la rutina y las responsabilidades pueden disminuir la pasión, siempre hay maneras de contrarrestar esta regla tan poco constructiva.

La primera indicación es la de comunicarse: busque un momento para charlar con su pareja y para preguntarle qué rumbo quisiera que tome su intimidad. Pensar en un «desafío sexual» que los involucre a los dos puede ser un aliciente para disfrutar de nuevo del sexo.

Signos para chequear:

¿A veces no propone una relación sexual sólo porque piensa que no le gustaría un «no»?

¿Hay días en que ruega que él/ella no pida sexo, porque no tiene nada de ganas?

¿Son más los días en que no acuerdan que aquéllos en los que hay una feliz coincidencia?

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