La comunicación: un instrumento de poder
Uno de los aspectos que entra en juego en toda relación es el poder. No obstante, a veces se usa lo que se dice y lo que se calla como forma de ejercer el control sobre la pareja. Existe una diferencia entre estos conceptos. El poder es la capacidad de tener decisión sobre la propia vida, de tomar las riendas de nuestra experiencia. El control, por su parte, es el intento de manipular una situación para adaptarla a los propios deseos o necesidades, sin tener en cuenta a la contraparte, utilizando, quizás, recursos que conducirán al malestar y no a la armonía.
Poder vs. control
Una persona poderosa es responsable de sí misma y de sus acciones, actitudes y palabras. Una persona controladora, por el contrario, quiere que la vida y los demás sean como ella quiere, sin tomar en cuenta lo que en realidad sucede y lo que al otro le pasa.
El silencio en la pareja
Tanto lo que se dice como lo que no forma parte de la comunicación, el silencio es uno de los pilares fundamentales de cualquier vínculo amoroso y de confianza. Todos tenemos un espacio propio, una intimidad muy personal que, a veces, es bueno resguardar. Pero la decisión de decir o callar tiene que ver con la intención, el para qué del mensaje. El silencio es tan importante como las palabras, aunque su peso reside (también) en la intención. Si la intención es compartir un espacio amoroso y en paz, bienvenido, pero si el propósito es evitar un tema escabroso que tarde o temprano corre el riesgo de explotar, conviene encontrar la conexión que facilite el contacto.