Desde siempre ha sido el preservativo masculino el ítem dominante a la hora de pensar en una relación sexual, de la misma forma también son las píldoras anticonceptivas uno de los métodos más utilizados a la hora de pensar en sexo. Entonces, sin duda alguna es el preservativo femenino es considerado el método anticonceptivo menos utilizado a la hora de practicar el coito, quizás sea por su porte más complicado, o simplemente por el hecho de que es el método de barrera menos utilizado.
Hoy os voy a mencionar algunas de las cualidades del preservativo femenino, y algunas de sus desventajas más populares. Primeramente es importante mencionar que se dispone en un 79% a un 95% de seguridad, siendo este muy efectivo cuando se le coloca correctamente. Por otra parte al estar hecho de poliuretano es simplemente perfecto para ser utilizado por personas que presentan alergias o molestias al látex, aunque también es muy efectivo si se le prefiere utilizar con determinados lubricantes a base de agua o aceite.
Es posible su colocación unas 8 horas antes de practicar sexo, siendo muy fácil no interrumpir los juegos previos para la colocación del preservativo, rompiendo claro con toda la atmósfera previa. Y por último y quizás uno de sus detalle más innovadores, el preservativo femenino no genera efectos hormonales secundarios, no afectando la fertilidad en el futuro.
Continuamos entonces con algunas de las clásicas contradicciones que este método puede presentar. Comenzamos añadiendo que su colocación es quizás un poco compleja, especialmente para mujeres que no les guste introducir sus dedos en su vagina. También es importante mencionar que no ofrece protección contra las ETS como el herpes simple o las verrugas venéreas. Por último no se puede dejar de mencionar que es probable que haga rechinidos durante el coito, aunque la utilización de aceites o lubricantes ayudaran disminuir los sonidos.