Te encanta pasarlo bien, pero jamás llevarías tus ansías de diversión demasiado lejos. Confías los suficiente en ti misma para saber que no siempre necesitas ser el alma de ninguna fiesta o evento. Además, sabes reconocer dónde están tus límites y jamás te obligarás a participar en algo que te resulte incómodo. Por eso, nunca te lanzarás a hacer paracaídismo sin pesar en los pros y contras, ni te irás una semana a practicar surf dejando el trabajo a medias.
Aun así, podrías mostrar más entusiasmo y ser más optimista y espóntanea cuando las cosas no te salen según lo planeado. La gente que mejor se divierte sabe ser flexible en determinadas situaciones para, de paso, sacarles el mejor partido. Por eso, procura no achicarte si alguna vez te ves sola en medio de una fiesta.
En lugar de sentirte muy mal o llorar tus penas en un rincón, tómatelo como una oportunidad para ponerte a prueba y sacar de esa situación todo lo bueno que te pueda servir para mejorar, y -¿quién sabe?- llevarte de ello el teléfono del chico más guapo del lugar.