Ya hemos dicho que la sensualidad no consiste únicamente en poseer un gran atractivo físico, sino en disfrutar las sensaciones que la vida te ofrece con plenitud y entusiasmo. Pero, ¿cómo podemos incrementar este goce? Pensemos que todo hábito que deseamos incorporar a nuestras vidas tiene que practicarse una y otra vez, hasta que poco a poco comience a formar parte de nuestra vida cotidiana.
1. Mira con atención lo que te rodea: La mayoría de nosotros pasamos frente a ciertas maravillas sin tomarlas en cuenta. Date tiempo para observar la magnífica puesta de sol que acontece por encima de los automóviles, observa el rostro de la gente y maravíllate con sus expresiones.
2. Toca más: No te cortes ante lo que puedan pensar los demás si te atrae la textura de una pared o de una suave tela. Sé consciente de lo que perciben tus dedos, enséñales a sentir de nuevo y pronto podrás experimentar ese mismo placer en toda la piel de tu cuerpo.
3. Escucha: Trata de separar los sonidos que escuchas, identificando de dónde provienen. Discrimina los desagradables y procura escuchar música que sea rica en su elaboración. Te sorprenderás de las muchas delicias que antes pasabas por alto.
(Continúa)