Ser responsable significa que tomas tus propias decisiones según tu propio criterio, que confías en ti mismo y que no te dejas llevar por los demás. ¿No crees que merece la pena? Más pronto o más tarde, llega el momento de agarrar el timón de nuestra existencia, de construir la vida que de verdad deseamos, de romper con los viejos hábitos y establecer otros que nos ayuden a ser la persona que queremos ser.
Hay sinergia cuando la integración de varios elementos da como resultado algo más grande que la simple suma de éstos. Para que nos entendamos, es parecido a cooperar, y se basa en el principio:» La unión hace la fuerza». Para trabajar en equipo es necesario valorar las diferencias: respetarlas y compensar las debilidades para construir sobre las fuerzas.
¿Cómo lograrlo?
Haz una lista de las personas que te irritan. ¿Podrías llegar a entenderte con ellas interior? A veces, lo que nos molesta del otro es precisamente lo que falla en nosotros mismos.
Identifica una situación en la que desearías trabajar de equipo: orgánizar un viaje o una fiesta entre amigos, montar una empresa… ¿Cuáles serían las condiciones necesarias para que resultara un éxito? ¿Qué puedes hacer tú para crear esas condiciones?
La próxima vez que estés en desacuerdo o te enfrentes con alguien, trata de comprender las preocupaciones subyacentes a su posición y oriéntalas de un modo creativo y beneficioso para las dos partes.
Practica la comunicación respetuosa, de plena madurez y claro entendimiento, que produce soluciones mejores que cualquiera de las propuestas individuales por separado.