Después de los maravillosos primeros tiempos de enamoramiento, muchas parejas comienzan una época de malentendidos y sufrimiento. La mayoría, – ellos y nosotras-, seguimos amándonos e intentamos solucionar nuestros problemas. Tenemos buena intención, pero no sabemos qué pautas seguir para mejorar nuestra relación. Aunque la mayoría de nosotros, decidimos emparejarnos por amor y pensamos que estar enamorados es la condición indispensable para convivir felices, la realidad nos ofrece experiencias distintas.
Sorprende la cantidad de parejas que comienzan su convivencia locamente enamoradas y, al poco tiempo, se sienten desgraciados e infelices con su vida en común. El amor, por sí solo, no provee de las habilidades y recursos personales que son necesarios para mantener y hacer crecer una relación. Con el amor no basta para convivir en pareja. Amar y ser amado es una de las experiencias más maravillosas que pueden tener las personas, pero el amor no lo cura todo, ni tampoco es suficiente para garantizar la felicidad de la pareja.
Necesitarnos aprender habilidades y estrategias que faciliten nuestra vida en común. El amor no es suficiente para resolver los conflictos que a menudo surgen por una mala comunicación con nuestra pareja, tampoco nos ayuda a cuestionar nuestros pensa¬mientos e interpretaciones erróneas que ocasionan muchos problemas en la relación. ¡Necesitamos algo más! …
NECESITAMOS APRENDER A CONVIVIR en pareja
La sociedad en que vivimos nos prepara para muchos oficios y profesiones que hemos de desempeñar en nuestra vida, pero nadie nos enseña a afrontar el mayor desafío que la mayoría de nosotros hemos de experimentar: la convivencia en pareja. La vida de pareja necesita tiempo y dedicación para desenvolverse de una manera feliz. Lo normal, es que a lo largo de una relación de pareja aparezcan problemas. La diferencia entre las parejas que dicen sentirse satisfechas en su relación y las que expresan infelicidad, no es el tipo de problemas que deben resolver; la diferencia está en la forma de abordar las dificultades. Las parejas que tienen una relación satisfactoria, desarrollan estrategias y habilidades eficaces para solucionar sus problemas y hacer crecer su relación. Las parejas desgraciadas utilizan estrategias equivocadas que les conducen al desamor y la infelicidad.
