La revista inglesa The Literary Review organiza, desde hace 14 años un curioso premio literario anual: The Bad Sex in Fiction Prize. Consiste en encontrar y premiar aquellas joyas narrativas donde el sexo contado rebasa la borrosa frontera del humor involuntario. Y es que sí todos tenemos historias vergonzantes sobre lo que decimos o escuchamos en la cama, cuando la letra escrita entra en juego la diferencia entre erótico y ridículo adquiere tientes crueles.
Este año el ganador fue Iain Hollingshead por algunos pasajes de su obra Twentysomething:
Y entonces estoy dentro de ella, y todo es puro y blanco mientras nos perdemos en una conmoción de gruñidos y chillidos y gruñidos, destellando imágenes inconexas de explosiones de un millón de partículas.
El año pasado, se llevo el premio del Bad Sex Rachel Johnson por su novela Shire Hell:
(…) él sujeta mis dos brazos y mete su lengua en mi núcleo, como un gato bebiendo de una escudilla de nata para no perder ni una gota. Me encuentro agarrándole de las orejas y tirando de los bucles que lo coronan, a pesar mío, y extraños sonidos animales se me escapan mientras que el culminante crescendo wagneriano se apodera de mí.
Sin embargo, nuestro favorito es el ganador de hace dos años, el finado Norman Mailer y su muy particular visión del momento de la concepción de Adolph Hitler en su novela El castillo en el Bosque:
Su boca espumaba con su savia, y se dio vuelta para envolver su rostro con toda la pasión de sus propios labios y cara, listo al fin para hundir dentro de ella al Sabueso, llevándolo hasta su piedad.
Después de leer esto, estamos seguros de que a cualquiera se le levanta la autoestima.
Fuente | The Literary Review
