El cuarto de baño es uno de los más interesantes de la casa: es la habitación en la que purificamos nuestro cuerpo en todos los sentidos. Nos deshacemos de lo que nuestro cuerpo ha rechazado, y limpiamos todo aquello que en el día vamos acumulando en nuestro devenir. Viéndolo de esa manera, no es extraño que muchos vean en él reminiscencias de los antiguos patios sagrados donde los algunos fieles llevaban a cabo sus abluciones.
En nuestros días, el baño puede tener éste y muchos otros usos, todos consagrados al bienestar de nuestra mente y nuestro cuerpo. Podemos destinarlo a la limpieza, al arreglo personal y a los momentos románticos con nuestra pareja. No importa de qué tamaño sea esta habitación en tu casa, con unos pocos detalles puedes convertirlo en un pequeño santuario.
1. Buena ventilación: Si no posee una ventana, instala un extractor. Evita la acumulación de humedad, que causa el deterioro de paredes y muebles.
2. Almacena con estilo: procura que no todos los artículos de uso personal estén a la vista para que luzca mejor. Si no es posible, utiliza canastos para organizarlos, o colócalos dentro de envases especiales que también sirvan para dornar la estancia. La diferencia será notable.
3. Usa velas: Nada más romántico que un baño compartido a la luz de las velas. Procura que el aroma de éstas sea discreto y agradable.