Divorciados al rescate: cuentas claras


Una de las mayores causas de los conflictos de una pareja proviene de un tema que a muchos parece prosaico y poco romántico: el dinero. Pero, ¿quién ha dicho que el dinero no es importante para el amor?
El dinero, nos guste o no, posibilita que llevemos una vida digna: nos permite tener un techo, comida y abrigo, las necesidades básicas. Que estén de acuerdo en cómo se manejan las finanzas conjuntas resulta fundamental. La idea de compartirlo todo no es necesariamente lo mejor para una pareja: aunque se vale tener una cuenta conjunta para los gastos de casa, de ninguna manera ésta debe pertenecer exclusivamente a uno de los dos. Abran una nueva para hacerse cargo de la luz, el agua, el teléfono, reparaciones, etcétera, y asegúrense de que cada uno contribuya con lo que han acordado.
Respecto a los gastos personales, lo mejor es mantenerlos con la mayor discreción posible: es decir, si tu pareja se ha comprado algo que te parece demasiado costoso o innecesario, no deberías recriminarle si ha sido con su propio dinero y si la vida de ambos no se ve afectada. Mantengan las cuentas claras y lejos de una devoción poco útil para la situación de nuestros días. Y nunca se olviden de la regla de oro si llega a surgir algún problema: «Hoy por ti, mañana por mí», y tratar de honrarla con justicia y buena disposición.

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