Disfunciones sexuales en las parejas ocasionales (II)

¿POR QUÉ SUCEDE ESTO?

El encuentro íntimo requiere un cierto nivel de conocimiento que favorezca la confianza entre las partes. Esto es necesario para anular los mecanismos del estrés, que es un gran obstáculo para la respuesta sexual normal.

La experiencia sexual individual con que puedan contar las personas muchas veces se diluye frente a las características únicas de cada individuo que, por primera vez frente al otro, se encuentra en terreno desconocido.

La falta de certeza del buen estado de salud de una u otra persona y la vergüenza o el temor a ofender si se pregunta, no dejan margen para un estado de entrega, indispensable en el juego sexual.

Muchas personas padecen disfunciones sexuales de tipo circunstancial, es decir, dependiendo de la situación o persona con la que se encuentren. Un encuentro ocasional conlleva la exigencia de un cumplimiento sobresaliente, «para quedar bien», la cual no es la mejor aliada para que la profecía del miedo al fracaso no se cumpla.

La mayoría de las mujeres y también muchos hombres desean sentirse personas, no objetos sexuales y les gustaría que se los recordara por sus nombres, no como un número de una larga lista. Sin embargo, se juegan al encuentro ocasional como integrantes de un movimiento cultural que no contribuye a sus ideales y que, en cambio, les va arrebatando su autoestima y confianza en sí mismos.

CONCLUSIONES

La cultura actual promueve la creencia de que una total libertad sexual es el remedio a épocas de represión, falta de diálogo y de placer. Es como si la generación actual tuviera que «compensar» o «reparar» los mitos y tabúes de las generaciones pasadas. O simplemente trivializan la importancia de la sexualidad adoptándola como un entretenimiento más de la vida cotidiana.

Sin embargo, como vemos en la consulta diaria, la sexualidad irreflexiva no es ninguna panacea y hay mucha frustración resultante. Por lo tanto, algunas preguntas que los potenciales protagonistas de un encuentro sexual deberían hacerse son:

¿Estoy segura/o de que este encuentro con esta persona me aportará plenitud emocional?

¿Me sentiré en condiciones de dar y recibir lo que ambos deseamos, o es una simple descarga egoísta?

¿Estoy considerando a esta persona como sujeto o como objeto y, sé de verdad como él o ella me considera a mí?

¿Me respetaré a mí mismo/a cuando todo termine o querré olvidar el episodio cuanto antes?.

¿No valdría la pena esperar y conocer mejor a la otra persona para estar más seguro/a?

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