El origen de la perfumería se sitúa sobre el siglo XI 11 antes de Cristo, aunque se sabe que el incienso se utilizaba 3000 años a.C. Fueron los egipcios los primeros que utilizaron los perfumes para su cuidado personal.
BENEFICIOS DE ESTAR PERFUMADOS
Cuando nos perfumamos, no sólo presentamos un buen aspecto exterior sino que aumentamos la autoestima y favorecemos las relaciones sociales. El perfume es un auténtico elemento de distinción, por eso es fundamental elegir correctamente un aroma que actúe como rasgo de identidad. Además, la forma en que huele un perfume cambia de una persona a otra. Influyen características tan peculiares como el tipo y el color de la piel, la temperatura, la genética, el estado de ánimo y el nivel de estrés de cada persona.
- Evita comer alimentos excesivamente condimentados, anulan el olor del perfume.
- La sudoración potencia el olor del perfume. Por lo tanto, en días de calor se recomienda aplicar una dosis menor.
- Las mujeres de tez más oscura retienen más el aroma del perfume y éste perdura por más tiempo. Las pieles claras, en cambio, deben aplicárselo más a menudo.
- Las zonas del cuerpo idóneas para aplicar el perfume son aquéllas en las que las pulsaciones se hacen más potentes: muñecas, cuello, detrás de las rodillas y tobillos.
- Nunca frotes las muñecas después de la aplicación del perfume, se rompe la fragancia y se altera su aroma y duración.
¿SABIAS QUE?
- Para muchas mujeres perfumarse es un gesto imprescindible en su aseo diario, casi un ritual que las identifica.
- En Europa son las españolas, junto con las francesas, las que más utilizan este el perfume. Entre las europeas menos amantes de estas fragancias destacan las italianas.