Todos sabemos que un buen descanso es fundamental para afrontar con energías las tareas cotidianas….mucho más si son dos quienes van a compartir la cama. A continuación veremos algunos consejos sobre cómo elegir un buen colchón.
Dénle espacio a la pareja. Para algunos esto es algo obvio, pero las parejas deberían dormir, como mínimo, en camas tamaño queen. No importa cuánto se amen, una cama de dos plazas convencional es demasiado pequeña para dos personas, especialmente con todo el movimiento involuntario que ocurre bien entrada la noche.
Tengan un diálogo franco y abierto sobre el tipo de cama que desean. Asegúrense de saber qué es lo que quieren en lo que a confort se trata. ¿Firme? ¿Lujoso? Si no es lo que buscan, no digan que sí para terminar el tema rápido. El objetivo tiene que ser que ambos estén contentos con la compra.
¿Imposible ponerse de acuerdo? Entonces busquen un punto medio. Si no logran llegar a un acuerdo, y uno quiere un colchón firme y el otro algo más blando, a no desesperarse, hay opciones. Algunos modelos permiten ajustar la firmeza de cada uno de los lados. 0, una opción más económica es colocar un suplemento en uno de los lados de la cama.
Hablen sobre el precio antes de empezar a recorrer negocios. Si el dinero es un tema a tener en cuenta, determinen el rango dentro del cual se quieren mantener y respétenlo. Si no encuentran lo que desean dentro de ese rango de precios, no compren un colchón incómodo para ahorrarse unos pesos. Esperen unos meses más para juntar lo que les falta. Siempre es mejor aguantar un poco de incomodidad temporaria a eternizar los lamentos.
Fuente: Revista Buena Salud.