
Ser asertivos significa que conocemos, respetamos y defendemos nuestros derechos, límites e intereses, y además sabemos hacerlo compatible con los derechos, límites e intereses de los demás. Así, lo que damos nos enriquece, abunda en nuestro bien. Y aunque no esperemos nada a cambio, solemos recibirlo. Para desarrollar la asertividad necesitas:
- Expresar con claridad lo que necesitas, y ser capaz de pedirlo.
- Tener conciencia clara de tus derechos, sin pasarte ni quedarte corto.
- Apreciarte. Te hará sentirte merecedor de lo que te ofrecen. Dar no se refiere siempre a cosas materiales. Podemos ofrecer y recibir gestos amables, momentos de escucha, sonrisas, palabras de aliento, señales de agradecimiento o detalles cariñosos.
- Si das más de lo que recibes, debes sentirte muy bien, satisfecho contigo mismo. Si no es así, quizás te estás empleando en una cau¬sa que no te conviene, antepones otros intere¬ses a los tuyos o esperas recibir mucho a cambio. Ojo: eso puede volverse en tu contra. Y no olvides nunca que tú mismo puedes regalarte buenos momentos si te quieres un poco más.
- Si recibes más de lo que das, ¡enhorabuena! Tienes mucha suerte, pero quizás los que te rodean necesitan algo más de ti. Recuerda que dar también enriquece.