Hace un par de días vi en un programa de televisión una entrevista con Valerie Tasso, la puta de lujo reconvertida en cansina tertuliana televisiva, que con motivo del estreno de Diario de una Ninfómana, película (aburrida) que repasa su vida como meretriz, comentaba que ver cine porno en pareja mientras se imitan los movimientos de los actores puede resultar una experiencia ampliamente recomendable. Yo personalmente, si le hiciera esta proposición a mi pareja, lo más cercano a una experiencia ampliamente recomendable sería la sensación de alivio al colocar hielo en mi mejilla enrojecida tras el guantazo. Si vuestra pareja aceptara, debéis tener en cuenta que si no tenéis la tremenda suerte de estar saliendo con Almudena Cid (Pasapalabra) no podréis ejecutar ni una cuarta parte de las posturitas que se gastan los actores de este tipo de cine, del que por cierto no soy espectador. (Bueno, un poco).
Pero no os preocupéis, porque hay alternativas. Imáginate que llegas a casa y le dices a tu novia: «cariño, he alquilado El fontanero su mujer y otras cosas del meter, prepara las palamitas y un rollo de papel higiénico. ¿Qué creéis que dirá?: «Mejor vamos a la cama y vemos la peli después». Pues no, no dirá eso, dirá aquello otro. Pero sin imbargo si cambiáis El fontanero su mujer y otras cosas del meter por 9 songs, obvias lo del papel higiénico y le dices que es una película de Michael Winterbottom, la tendréis en el bote. Y lo mejor de todo es que es lo mismo. No sale ningún fontanero, pero se pasan todo el día follando. Un polvo, una canción, un polvo, una canción…. Y no cualquier canción, nada de esos politonos cachondonos del cine x, gente de talento. Franz Ferdinand, Primal Scream o Super Farry Animals entre otros. Como estar en un concierto y tener sexo en los descansos. Por cierto, otra gran similitud de 9 songs con el cine x radica en sus personajes. Margo Stalley, la actriz protagonista, está buena, tal y como sucede con las chicas del cine x y Kieran O´Brien, su partener en la película es tan feo como sus colegas del porno.