Pocas novelas llegan a compenetrar de tan forma, y es que “Los hombres que no amaban a las mujeres” es una pieza literaria tan absorbente como atrapante. Su autor: Stieg Larsson detalla poco a poco una combinación de erotismo, pasión, y culpa, utilizando los enredos de una perturbada joven anoréxica, abriendo la puerta al mundo de la psicología pasional. Este amplio telón de enredos se desenlaza en una frágil y atípica historia de amor entre una de las parejas del crimen menos esperadas.
El argumento se desencadena en Harriet, quien desaparecida de su mansión en una remota isla de Suecia, es desesperadamente buscada por su millonario tío. La búsqueda conlleva claro al desencuentro de varios personajes, como también a la apertura de dos importantes figuras: Mikael Blomkvist (codiciado periodista de investigación, quien en estos últimos años se ha ocupado de desmantelar los últimos escándalos públicos de la ciudad), además de Lisbeth Salander (inteligente y ambiciosa joven con un evidente trauma psicológico hacia los hombres). Cabe mencionar que esta última logra ser mayormente conocida por su anoréxica y extremista apariencia, junto a un excesivo rechazo hacia los hombres.
Novelas como estas pueden llegar a ser identificadas con diversas personalidades, dependiendo de la opinión y la postura del lector en cuanto a la trama. Mayormente se ha destacado por un presente público femenino, fan de las aventaras y los tropiezos que esta historia puede llegar a contar. De esta forma es que Larsson trata de penetrar entre las profundidades de la psicología, otorgando una pantalla tan romántica como pasional. Esta obra en particular, ha demostrado proyectar uno de los factores de mayor concierne para las mujeres: los hombres, es entonces “quizás” la perfecta escapada de la vida real la novelería.