Como mencionábamos, la vida y sus placeres no se acaban cuando termina la treintena. Todo lo contrario, puedes disfrutar de la plenitud en tu vida, tu carrera y, ¿por qué no? de tu atractivo.
Aquí te damos algunas razones para apreciar todo lo bueno que te da esta década para que seas irresistible.
Personalidad: Las mujeres más jóvenes aún no tienen la experiencia vital suficiente para tener una personalidad definida, un carácter firme y noble que las destaque como mujeres hechas y derechas. Este es un gran potenciador de tu atractivo: la confianza en ti misma, la soltura y seguridad de lo que quieres y lo que te gusta.
El estilo: Conforme la edad avanza, los adornos y las llamadas de atención a través de la vestimenta se nos van haciendo innecesarios: la mujer de más de 40 se ahorra el hacer el ridículo tratando de ser una esclava de la moda. Junto con la personalidad definida viene el desarrollo de un estilo propio, único y difícil de igualar. Y la originalidad es una de las cosas más sexy que podemos hallar en las personas.
La serenidad: La experiencia nos hace un regalo enorme, el de tomarnos la vida con más calma. Es reconfortante, agradable y deseable permanecer al lado de una persona que no se ahoga en un charco de agua, y que disfruta de las cosas en su justa medida.