¿Qué son las pasiones no vividas?

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A pesar de la presión social, afortunadamente, ocurren cosas que rompen lo cotidiano y ponen en entredicho lo que esperábamos de nosotros mismos y de los demás. El ser humano tiene la capacidad de experimentar pasiones, y estas son imprevisibles, hacen que perdamos el control y pueden ser tan exaltadas que a veces marcan épocas enteras de nuestras vidas: aquel año en que nos enamoramos o en el que al fin alcanzamos el sueño por el que tanto habíamos luchado. Curiosamente y aunque en la actualidad este término está asociado a algo positivo, su etimología -del latín passio-, significa sufrimiento y su significado está referido a un sentimiento o a un deseo sexual muy intenso.

Las pasiones pueden ir en contra de la razón, de la experiencia y de la propia personalidad y llevarnos a hacer cosas de las que seríamos incapaces en circunstancias normales. Todos en algún momento hemos estado sometidos a ellas. A lo largo de nuestra existencia aparece alguien –próximo o del todo inalcanzable-, que independientemente de nuestra situación personal, se cuela en nuestra imaginación y nos cautiva acaparando nuestras fantasías. Hay quién teme correr riesgos o sufrir y prefiere limitarse a amistades o afectos serenos, pero otros necesitan dar sabor a la existencia y prefieren sentimientos más vivos, a pesar de las incomodidades o del dolor que suscitan. Las pasiones serían desde este punto de vista las que en definitiva hacen que la vida sea emocionante y valga la pena.

pasiones-1Las pasiones y lo cotidiano

Pero ¿qué cabida tienen las pasiones en lo cotidiano, en la rutina a la que la mayoría estamos sometidos? ¿Cómo alguien con la vida hecha o llena de proyectos puede permitirse dejarse arrastrar por una seducción inesperada sin que aquello que tanto ha luchado por construir se desmorone sin remedio? ¿Cómo tú, que tienes una pareja estable, puedes tener otro amor sin que nadie lo note o sin arriesgarte con ello a perderla? La respuesta es sencilla y está a tu alcance: todos tenemos la libertad íntima de utilizar como queramos nuestra imaginación y es ella la que consigue romper las cadenas de la monotonía sin que ésta se altere a no ser que nosotros lo queramos. Esta posibilidad privada nos abre un mundo diferente y éste es el de las pasiones no vividas, aquellas que sólo pertenecen a nuestras fantasías o a nuestros recuerdos y de las que no tenemos por qué dar cuentas a nadie. ¿Quién no tiene una secreta debilidad?

¿Qué hacer con ellas?

Es muy común cuando se es un adolescente suspirar por algún profesor y no digamos cuando se es joven y parece que no es posible pensar en otra cosa que no sea en el sexo opuesto. La mayoría de la gente piensa que una vez que tiene una pareja estable, su imaginación debe estar a la altura de su comportamiento y pertenecerle sólo a ella. Se dice que por fin se ha encontrado la media naranja y que sólo se puede querer a una persona, pero esto no es cierto, en muchos casos la experiencia nos lo demuestra cotidianamente. Tenemos la capacidad única de fantasear y podemos permitirnos hacerlo porque las ilusiones forman parte de nuestra intimidad a la que nadie tiene acceso y que nos permite tener afectos secretos y aventuras inventadas pero no por ello menos intensas. Aunque la mayoría no se atreve a compartir sus flaquezas, eso no quiere decir que no las tengan. Cualquier persona que te rodea, incluso el más aburrido o conservador, puede alentar una pasión secreta de la que nadie sabe nada.

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