¿Cuál es el rendimiento estándar de un varón? (II)

¿CÓMO INFLUYE LA MUJER?

No hay dudas de que una mujer, ya sea por su atractivo, su belleza, su tacto, sensibilidad, capacidad de amar o grado de entrega, puede modificar la respuesta sexual del varón. Recuerdo aquella frase de García Márquez, cuando decía que «todo hombre es impotente hasta que venga una mujer y le demuestre lo contrarío». A quien no pueda lograr una erección no le resultará lo mismo recibir un estímulo que una burla o una desaprobación. Imaginemos que un varón en ese trance escucha frases como: «¿pero qué clase de hombre sos vos?» o «si no logras penetrarme lo nuestro se termina». Frente a una disfunción, momentánea o crónica, está la mujer que se ofrece para acompañarlo a un especialista y está quien lo condena diciéndole: «anda que te curen y después volvé».

¿CÓMO ACTUAR ANTE ESTOS CAMBIOS?

Cuando los varones pasan los 40 suelen tener cambios marcados en la capacidad eréctil. Algunos se van adaptando, pero hay otros que no los aceptan y luchan contra lo irrebatible. En estos últimos, el temor a fracasar es un caldo de cultivo para un desenlace frustrante. Asimilan los cambios en otras áreas físicas pero en ésta no los pueden tolerar. Así, el temor al fracaso engendra un nuevo fracaso. El miedo a que esto ocurra también podría verse como la anticipación de él. El varón teme no obtener una buena erección y es esa misma ansiedad (quizá basada en que alguna vez le ocurrió) la que dificulta aún más el éxito del intento, su estado de nerviosismo puede desembocar en una impotencia o en una eyaculación rápida.

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