«¡No tengo tiempo!» pensamos con desesperación al repasar la agenda. Vivimos corriendo de un lado a otro y sentimos que no podemos con todo. Así, la preocupación y el estrés no tardan en aparecer complicando aún más nuestro estado. El siguiente artículo nos propone «bajar un cambio», redefinir el orden de prioridades, y así poder dedicar algunos momentos del día a nosotros mismos.
TOMAR LAS RIENDAS
Considerando que cada día tiene 21 lloras y que 8 de ellas son necesaria; para dormir y descansar, es casi imposible cumplir con todas estas obligaciones y, además, hacer algo que nos guste. Para comenzara salir de este dilema, debemos admitir que somos nosotros los que a diario «entregamos» nuestro tiempo y sacrificamos nuestras ganas. En este contexto el mayor perjudicad es nuestro estado de ánimo que se deteriora gradualmente en la medida en que vivimos «para cumplir». Por supuesto, estamos condicionado por presiones sociales y modelos en torales de los que no somos conscientes pero, en lo esencial, sigue siendo una decisión personal. Por h tanto, es algo revocable.
CAMBIO DE HABITO
El principal problema que padecemos en la actualidad es que nos dejamos llevar por lo «habitual»: la tele, el fútbol, la reunión familiar d domingo… No estamos acostumbra dos a buscar lo que nos resulta placentero porque asumimos que ésto debe quedar para los ratos libres, siendo el resto de nuestra existencia un verdadero suplicio.
El cambio de actitud consiste en encontrar placer en aquello que ocupa nuestra mente y espíritu a d río (el trabajo, la diversión, las reía ciones con la familia y los amigos ( el uso del tiempo no laboral) y tras formar estas actividades en algo pa ciclo a aquello que deseamos para nuestra vida.
HOY ES EL DÍA
¿Cómo hacer lo que nos gusta sin sentir que dejamos nuestras obliga ciones de lado? La respuesta a esti pregunta existencial es simple: reo finiendo nuestras obligaciones y e valor de «lo que nos gusta».
Hay varios elementos a poner juego. Primero, valoraremos nues insatisfacción, ya que ésta es un s toma que nos refleja que querem algo diferente. A partir de allí es posible salir a la búsqueda de otra forma de vivir.