¿Por qué a ellos les gusta tan poco hablar?

Cuando de incomunicación y problemas de pareja se trata, en la mayoría de los casos, los hombres se ven invadidos por la sensación de incapacidad, de fracaso, de incompetencia. Y eso es precisamente lo que hace que resista a dialogar, ya que experimenta el temible «tenemos que hablar» como la amenaza de una lista de reproches que incidirán en su sensación de incompetencia. La mayoría de las veces, el miedo de la mujer a la desconexión y la vergüenza del hombre son inconscientes.

Es difícil oír que él diga: «Me averguenzo cuando me dices que haga algo por los niños porque me siento suspendido como padre»; o ella: «Alzo la voz y respondo mal porque me enfada creer que ya no te importo». Estos miedos profundos se manifiestan de diferentes formas:

– con resentimiento y furia, culpabilizando a la otra persona (por la soledad o la vergüenza); centrándose en el trabajo para obtener un buen estatus social y profesional que desmuestre la valía.

– buscando la admiración y aprobación de otras personas; obsesiones o actitudes compulsivas, como comprar, comer o beber en exceso. Todas estas reacciones alivian el dolor momentáneamente, pero son «pan para hoy y hambre para mañana».

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